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FNAC sigue reciclando Chatarra

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(Texto de una entrevista telefónica muy retocada que se publica, supuestamente, esta semana en un periódico muy borbónico, edición sevillana)


¿Cómo empieza uno a escribir poesía?

Se suele empezar por casualidad y se sigue por inercia. En definitiva somos una mezcla de casualidad y circunstancia.

¿No paracen buenos tiempos para la lírica?

¿Cúando lo fueron?

¿Pero en estos tiempos qué papel pueden tener los poetas?

Hemos llegado aquí precisamente por haber llegado a formularnos ese tipo de preguntas, es un síntoma evidente. Por otra parte, estoy de acuerdo, estamos en un momento en el que las voces tienen que tener responsabilidad y que la asuman quiene la tienen, necesitamos oír a Carnero, Siles, Villena, Gimferrer, Brines,...los demás sólo podemos asumir nuestra pequeñísima parte. La mía la tengo en mente, inventar la vacuna contra la pana, la pana es un mal endémico. Espero que en un futuro no muy lejano este país lo gobierne Camilo de Ory.


¿De quién bebe?

Me podría poner estupendo y darle una lista magnífica pero me parece mejor decir que el pasado no me influye, yo influyo en él. Ésto no es mío, cuidado, es una cita de Kooning? o de un amigo parisino de Sawa, no recuerdo bien.

¿Entonces, qué tiene en la mesita?

Las memorias de González Ruano, la poesía completa de Yeats y un estupendo catálogo de Barton

¿Qué pretende en Nódulo Noir?

Un itinerario órfico por la Enfermedad y la Belleza, lo que viene a ser la misma misa del goce. Claro que del dicho al hecho...

¿Qué porcentaje del viejo lema sexo, drogas y rock and roll necesita el goce?

Ninguno, lo que necesita es no abotonarle con una camisa de fuerza, no tatuarle nuestra tibieza aprehendida. El goce es un esteta, un niño criminal, al menos el que yo conozco. La dieta ideal de ese porcentaje sería un 33´3 por cierto nada de periódico y cuanto más puro mejor, aunque últimamente escucho poco rock.

¿Qué proyectos a corto-medio plazo tiene?

Lo más cercano es el poemario, también estoy dando por terminada una novela que empecé a escribir hace un par de años, cosa que me parece casi un milagro viendo el desorden que ha tenido la casa. Ahora me ocupa sobre todo un guion que está tomando un cuerpo digno de Interviú -además de un proyecto vital- que cocino junto al director más joven, esquivo, talentoso y deseado de esta parte del mundo. Pero los proyectos al final son globos rodando sobre un campo de cactus así que lo mejor será estar calladito.