lunes, 26 de septiembre de 2011

En Alemania, como en otras partes de Europa supongo, sigue interesando lo que pasa en el Festival de Cine de Donosti. Aquí se hablaba sobre todo de Banderas y Coronado (quién se cree a Coronado?). Un trabajador de este arte, algo octavo ya, presentó su trabajo, su historia audiovisual y alemana -casi cinematográfica-, pero el jurado la consideró peor que todas las que sí entraron, así de obvio. En Arte, Jonathan Rosenbaum mencionó este trabajo, sí, pero la cinta no viajó al paraiso de los pinchos y los vinos. Discutir cualquier fallo de un jurado es un ejercicio de riesgo donde se suele caer en el fantochismo y torpeza bruta. En Alemania he podido ver esta película, cuatro veces, y alguna que participaba en el Festival. Considero que el trabajo que mejor no menciono, a pesar de sus múltiples problemas sobre todo de postproducción y difusion -inexistente aún -el director no es un trepa- es muy superior a la película que se ha llevado el premio al mejor director novel, y paro aquí. Bravo por Isaki Lacuesta, por tener siempre a la poesía con los zapatos limpios.

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